martes, 14 de agosto de 2012

Cambios

Últimamente, desde hace poco más de un mes... algo nuevo, distinto, desconocido... parece empujar e irrumpir misteriosamente en mi vida.

No sé, supongo que son cambios, algunas perceptibles, otros prácticamente invisibles... cambios que vivimos mucha a gente a la vez o que compartimos con algunas personas  y cambios que solo yo sé que están ocurriendo...

Y hace unos días pensaba en la fuerza de cambio invisible que tienen las pequeñas cosas... de la semilla al gran árbol; de la nota musical a la extensa sinfonía, de la granito de arroz a la rica paella...  si ya lo decían por el sur... "cambia... todo cambia".

Últimamente soy testigo privilegiada de varios cambios... y digo privilegiada, porque sorprendentemente  para mí, cada vez tengo menos miedo a soltar lo viejo y cada vez disfruto más de acariciar la libertad de las manos vacías para que lleguen nuevas cosas, nuevas personas, nuevas calles, olores, sabores, estilos...

Últimamente han cambiado algunas cosas, cosas institucionales, estructurales... han cambiado los roles de las personas...  pero me doy cuenta que en el fondo, el gran cambio, es el que está ocurriendo en lo profundo, en lo imperceptible, en donde nadie se da cuenta... en lo profundo del mundo, de las personas, en lo profundo de la tierra y en lo profundo de mi misma...

El gran cambio es el que me hace percibir las nuevas cosas como novedad, como esperanza, como alegría, como horizonte...     el gran cambio es el que se está produciendo en el centro de mis motivaciones, expectativas, desprendimientos...

El gran cambio es el que se produce cuando vivo las mismas cosas o sufro y gozo con los mismos sentimientos... pero con algo distinto... algo nuevo, invisible, silencioso... pero que hace brotar de las pequeñas cosas... el agua fresca. Es momento de cambio, de novedad...  y como decía un escritor hace tiempo..

"Todo en-caja... y todo encaja"



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